El fósforo es un elemento químico que pertenece al grupo del nitrógeno y su símbolo químico es P. Es un no metal que en la naturaleza se combina con fosfatos inorgánicos. Posee la característica de reaccionar con el oxígeno atmosférico y, resultado de esta reacción, emite luz.
Por lo regular, el fósforo interviene en procesos fundamentales de los seres vivos, tanto animales como plantas. Por lo anterior se le considera como un elemento químico esencial. Está presente en las moléculas de ADN y ARN y las células lo utilizan como medio de almacenamiento y transporte de energía.
Sus características principales son:
- Suele ser de color blanco, aunque en estado puro es incoloro.
- Tiene olor desagradable.
- Ocupa un 0.2% de las plantas y hasta un 1% en animales.
- Es un elemento que forma parte de los huesos y la dentadura de los animales.
- Es un no metal muy reactivo.
- Se oxida espontáneamente al entrar en contacto con el oxígeno de la atmósfera.
- Suele presentarse en estado sólido.
Generalmente, el fósforo se obtiene a través de procesos electroquímicos en un ambiente seco. Se obtiene a partir de fosfato molido y mezclado con arena y otras sustancias. Se suele calentar a unos 1400ºC para producir gases de salida. Estos gases se enfrían a 50ºC, lo que produce la condensación del fósforo blanco.
Por sus características de almacenamiento y transporte de energía y por ser un elemento químico esencial, suele utilizarse como fertilizante en procesos de agricultura.
El fósforo en la agricultura
El fósforo está presente en los procesos agrícolas. Es un elemento fundamental para el desarrollo de la agricultura.
Al ser utilizado como fertilizante, el fósforo participa activamente en la construcción de compuestos fosforados y fosforilados, así como en su metabolismo en las plantas. Estos compuestos son los encargados de transportar la energía que es requerida por las plantas para llevar a cabo sus procesos vitales.
El fósforo, utilizado en la agricultura, favorece el desarrollo de las raíces de las plantas, lo que se conoce como proceso radicular. La ventaja que ofrece el fósforo al proceso radicular es que lo agiliza y mejora el “amarre” de las raíces a la tierra, favoreciendo la absorción de elementos y nutrientes que ayudan al correcto desarrollo de las plantas.
En los frutos, las semillas y las flores, el fósforo aumenta su nivel de maduración y evita el proceso conocido como “aborto”. Este proceso se refiere a la pérdida prematura de flores y frutos de las plantas.
Fuente: http://www.quiminet.com